Hoy el "Karioca" dibuja una sonrisa fresca, la alegría le brota por los poros, pues su presente futbolístico es alentador. Su fortaleza radica en su corazón y tiene una motivación especial que lo anima a ser el goleador íntimo. Su madre, doña Estela, y su hermana, Flavia, han llegado desde su natal Rosario, Argentina, para felicidad de Claudio Velázquez, y se han convertido en el motor de su presente goleador.
Tal vez ellas no lo sospechen, pero no sólo han alegrado los días del ariete íntimo, sino que también hn puesto su granito de arena para que el delantero le haya dado dicha al pueblo blanquiazul, que disfruta con el primer lugar del equipo en la Liguilla A.
"No sabes lo feliz que estoy con mi madre y mi hermana aquí, ellas han influido bastante en mi rendimiento porque desde que han llegado he marcado goles y juego con más ganas. La verdad las extrañaba mucho. Todos los días las llamaba a Argentina porque me sentía solo, pero ahora que están acá me siento muy tranquilo. Ellas fueron al estadio y les dediqué mi gol, me han dado suerte", comenta emocionado mientras recibe un beso de las dos mujeres más importantes de su vida.
Doña Estela toma la palabra para gritar a los cuatro vientos el amor por su retoño. "Es un hijo lindo. Me preocupaba mucho por lo que le pasaba, creo que no le iba a bien en Alianza, pero ahora empezó a meter goles. Es una persona especial, lo extraño mucho en casa, aunque ha madurado bastante desde que está acá", cuenta con aire melancólico.
Su hermana Flavia está maravillada con el Perú y quiere quedarse para seguir dándole fuerzas al "Karioca". "Parece que le hemos dado suerte, él se lo merece porque es un gran hermano y gracias a él Alianza está ganando. Fuimos a Matute a alentarlo y me encantó el estadio, me he vuelto hincha de Alianza", dice la guapa gaucha.
"Quiero que nunca se vayan porque son mi cábala, las voy a llevar para Chiclayo para seguir marcando goles y que Alianza salga campeón", enfatiza el goleador.
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