Una vez disipada la emoción que significó la participación peruana en la Copa América y mientras esperamos el inicio de las eliminatorias sudamericanas, es momento de revisar lo que ocurre en el Campeonato Descentralizado, que este fin de semana se reinicia con la disputa de la decimosexta fecha.
Lo que más llama la atención es la partida de Gustavo Costas de Alianza Lima, club al que había llegado según sus propias palabras tras haber rechazado importas ofertas de otros clubes. Lo curioso del caso es que ahora el argentino se va precisamente porque un club millonario de Arabia Saudita le hizo llegar una tentadora oferta.
Dos millones de dólares por año sería lo que recibiría el comando técnico de Costas en el Al-Nassr. La cifra resulta muy interesante para un grupo de profesionales que esta vez privilegió la parte económica a los sentimientos.
El argentino ya no es más entrenador de Alianza y lo que corresponde ahora es analizar las decisiones del club. Lo primero que hizo fue nombrar de manera interina al chileno a Miguel Ángel Arrué, quien dirigirá los próximos partidos mientras se nombra al nuevo estratega.
¿Qué tendría que hacer Arrué para ser nombrado oficialmente? Todo se definirá en los siguientes partidos. Si su equipo comienza a ganar, seguramente los dirigentes se tomarán un tiempo para decidir la contratación de otro extranjero. De lo contrario habrá nuevo comando técnico en dos semanas como máximo.
Para que el chileno llegue a fin de año, tendría que pelear por el título. Para que tenga aspiraciones de permanecer hasta el 2012, tendría que ser campeón. Así de difícil está el panorama para el experimentado conductor.
Debería llamarnos la atención que José Soto no haya sido nombrado técnico del primer equipo, sin embargo no es así porque ya sabemos que las decisiones de la directiva íntima no son las más acertadas.
Soto es uno de los últimos símbolos blanquiazules y a sus 41 años ya está preparado para dirigir nuevamente al plantel. Lo hizo en el 2008 en un momento muy difícil para el club y cumplió con las expectativas que se habían depositado en él. No se entiende por qué ahora la dirigencia opta por un profesional que hace bastante tiempo no dirige y que llega al club por su amistad con quienes toman decisiones en la institución.
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