Alianza se impuso 3-1 a Aurich en Chiclayo y hace méritos para no bajar


Un “Ciclón” no fue suficiente para desbaratar la ilusión de todo un pueblo. Pudo soplar y soplar tozudamente, casi con la misma inclemencia del viento antojadizo de Chiclayo, pero esa convicción, propia del sentimiento más íntimo, siempre se mantuvo en pie, tenaz. Ante Juan Aurich, Alianza demostró que un mal año no puede eclipsar 107 años de historia. Ganó y garantizó su presencia en Primera División.

Conocido el último tramo escarpado del fixture (la “U”, Cienciano en el Cusco, Cristal y Minero en Matucana), ganar en Chiclayo más que una necesidad, era una urgencia de sobrevivencia. Cazar o ser cazado. No se podían admitir errores. La concentración en Alianza debía ser total ante un rival directo. Al primer minuto, Corrales lo entendió así, se elevó como un avión y conectó un cabezazo, tras centro de Sánchez.

Ese primer gol de camerín parecía ser la descarga contenida de toda una semana de optimismo. Inmediatamente, el escenario se modificó. Si para Aurich era una obligación también ganar, después de ese minuto fatal, pasó a ser una búsqueda desesperada. Con el viento a favor, se convirtió en un verdadero “Ciclón” que pretendía atropellar a Alianza, sin contar que Libman estaba parado en el arco blanquiazul.

Ni los remates de Zegarra desde más de treinta metros, ni esos tiros libres envenenados de Moisela consiguieron despeinar a “Yuyo”. Sus guantes heroicos cortaban el viento. Con el rigor del clima y la dureza del campo sintético, el equipo de Páez empezó a ceder terreno hasta entregarlo, confiando en las manos de su arquero y en la destreza de sus defensores para soportar esas arremetidas huracanadas.

El empate parecía acercarse. Irónicamente, Ciurlizza despejaba con la panza un balón en la raya. Un cabezazo de Guadalupe impactaba en uno de los postes, a pesar de que todo estaba invalidado por offside. Y una y otra vez Libman. El término del primer tiempo llegaba providencial para Alianza, pero fue entonces (46’) cuando una pelota aparentemente perdida, fue recuperada por Fernández, quien disparó bajo y consiguió el segundo.

Efectividad total. Si aún quedaban dudas de que el partido estaba sentenciado, a los 8’ del complemento, Montaño en un contragolpe le quitó el balón a “Cuto” con falta, y cedió para que Sánchez marcara el tercero. Quinteros a los 14’ estuvo a punto de anotar el cuarto con un gran remate de 50 metros, pero Martinuzzi sacó una mano. Ni los ingresos de Aguirre y La Rosa evitaron que Aurich siguiera porfiando por el descuento.

Cumplidos los 30’, un cabezazo de García impactó en Holsen y se introdujo en el arco blanquiazul, ante la duda de Libman. Pese a ello, el arquero defendió el resultado final, con el que Alianza se olvida del descenso y confirma que se quedará en el único lugar que le corresponde: la Primera.

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